sábado, 10 de marzo de 2012

ALIQUID ERRAT

Es pura injusticia todo lo que nos rodea.


Desde que llega la mañana hasta que el sol se vuelve a poner, estamos sumergidos en un inmenso mar de cosas que no deberían estar pasando.


Desde que abres la ventana y el primer rayo de sol te ciega la mirada, eres consciente de que es maravilloso estar viva, pero sabes que ese día, al igual que el resto, sigue fallando.


Ser felices, reir, cantar, bailar, hablar de todo y de nada... Todo eso lo hago, y disfruto con ello.
Aún así, hay un segundo cada día en el que un extraño letargo viene a visitarme. No es una experiencia extrasensorial, es simplemente el pegar el salto de la nube por donde deambulo hasta el suelo. 
Dura eso, apenas segundos, pero son suficientes para salpicarme la cabeza con derrotas, fracasos, nostalgias, ... todas las cosas que no quiero ver y que no veo hasta que ese zumbido penetra en mis oídos y me aleja de la realidad un instante.


Una vez fuera de esa cosmicidad, sigo haciendo lo de siempre, mi vida: las risas, la alegría desbordante, las charlas..., pero en la espalda un peso invisible e dificulta esa cotidianidad.


Y cada día es más grande...

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